Mi primera visión la tuve dos días antes de que mataran a mis papás, dos días después todo pasó tal cual lo había visto en mi visión.
Fue tan grande el dolor que cada vez que veo algo, como sé que no puedo evitarlo, trato de convencerme de que no vi lo que vi.
Uno se puede engañar, tratar de negar lo evidente, pero tarde o temprano eso que no queremos ver nos golpea.
Yo sé que no sirve de nada negar, sé que es como hacer trampa jugando al solitario, pero duele tanto ver las tragedias que se vienen que prefiero mirar para otro lado.
0 éxtasis, lsd y cocaína.:
Publicar un comentario